Uso y abuso.
Buenos Aires, es uno de los
lugares del mundo, donde se utilizan mas
psicofármacos. Las cifras son bastante marcadas con el resto de
otras ciudades.
En Nuestra Capital alrededor
del 15 % de la sociedad los consume, mientras que en
Francia el 9 % los utilizan en París.
Un gran consumo.
¿Porqué se recurre tanto
a sedantes y ansiolíticos?
En primer lugar, tenemos que tener
en cuenta, que una parte de la población, los ingiere
sin prescripción médica.
Por otro lado, el médico de
cabecera, un tanto presionado por sus pacientes que se lo reclaman,
los receta, muchas veces innecesariamente.
La resultante es que o porque
muchas personas no pueden dormir o se sienten angustiados,
recurren a esta medicación. También la propaganda médica los
ofrece desmesuradamente como si fueren aspirinas. La receta
indiscriminada de médicos clínicos que no
se especializan en este tipo de drogas y por último,
sabemos que muchos farmacéuticos los expenden sin recetas,
favoreciendo la automedicación, hace que los psicotrópicos
pululen inundando el mercado.
Por todo esto llegamos a entender
que en nuestro país se consumen los sedantes de una
manera indiscriminada y masificada.
Como todo psicotrópico, los
sedantes inhiben el apetito sexual, se pierde el deseo y a veces
hasta resulta difícil encontrar orgasmos.
También, muchos crean
dependencia y el paciente recurre a ellos en cualquier situación que
se encuentre donde la mayoría de las veces, no son
necesarios.
¿Pero veamos porque el
psicotrópico, tiene un consumo tan indiscriminado?
Es de tener en cuenta, que lo que
hace un fármaco de esta categoría, es tapar el síntoma que irrumpe
en el paciente y se manifiesta por alguna razón.
Hoy en día, apenas surge una
sintomatología que se puede manejar sin medicación, porque no
reviste mayor relevancia que revisar lo que se está manifestando y
en consecuencia, resolverlo. Se recurre a un psicotrópico.
Esta medicación está indicada
para ciertos cuadros depresivos, con una marcada ansiedad que resulta
difícil poder manejarse sin ellos, inclusive en la clínica
psiquiátrica se recetan, para poder tener mas claro el estado
general del paciente y trabajar mas en consecuencia.
Pero esto es inherente a algunos
pacientes, no al 15 % de nuestra sociedad capitalina donde
aquí, tres de cada diez personas se automedican.
A la larga este consumo crónico,
en lugar de ayudar empeora aún mas las cosas.
Genera en muchos pacientes, un
carácter muy irritable, además de la dependencia a la medicación.
Recurrir a un ansiolítico, es
desentenderse de su problema y patearlo hacia adelante.
Psicofármacos
en la escuela.
El Síndrome que se les
diagnostica a muchos niños por el poco rendimiento en la escuela, se
conoce con el nombre de Déficit de Atención (ADD).
Estamos en una problemática
bastante compleja en este aspecto.
Muchos diagnósticos en torno a
esta problemática no son claros y se cree que existe una sobre
diagnosticación sobre esta anomalía.
Si un chico, no presta cierta
atención en la escuela, puede ser por muchos motivos, no se puede
adscribir a un solo cuadro clínico esa dificultad.
La droga que se les administra es
metilfenodato y mas que traerle beneficios, le aparecen
mas complicaciones, como por ejemplo, dependencia, alteraciones
cardíacas y trastornos a nivel endocrino.
Esta sobrediagnosticación, esta
muy exacerbada, debido a que muchas veces la sobre exigencia de los
padres para encontrar un alto rendimiento de su hijo en la escuela,
mas los gabinetes de la misma, que reciben propagandas de estos
medicamentos para publicitar su consumo. Da como resultado un
diagnóstico mas ligero del que se debería evaluar.
Un medicamento muchas veces
no indicado.
El lugar de los psicotrópicos, ha
abarcado mucho mas de lo que por su condición le
correspondería.
Es cierto que a nivel mundial, se
va incrementando cada vez mas su uso.
Las necesidades de las personas,
buscando mas respuestas rápidas en sociedades muy vertiginosas, como
lo es Buenos Aires, lleva a la población a aliviar las tensiones
estresantes y competitivas para seguir dentro de un sistema altamente
exigente.
Tal es así, que en una situación
de duelo por la muerte de un ser querido, se recurre a estos
medicamentos, para evitar encontrarse con el dolor por la pérdida,
tratándose ésta como un cuadro depresivo cuando es totalmente
erróneo.
Pasar por una
situación de duelo, es necesario y hasta saludable para poder
procesarlo como es debido. (véase la pregunta de nuestro
cuestionario ¿Ha
perdido a un ser querido y después de un tiempo no ha podido
restablecerse?)
Para cerrar.
El uso indebido de
psicotrópicos, tomados por cuenta propia en una automedicación,
lejos de ayudar confunde aun mas las cosas.
Cuando algo irrumpe en nostros
como una anomalía, o una dificultad, debemos estar atentos, para
saber y tener un conocimiento acerca de porqué tal o cual sitación
nos aparece como manifestación, ya sea a través de angustia o
de otra manifestación clínica.
Ingiriendo un fármaco, lo que
consigue, es suprimir esa sintomatología que nos
está denunciando que algo o no está bien o hay que
evaluar.
La angustia en la persona es el
termómetro para saber si algún mecanismo no funciona bien
en nuestro psiquismo.
El decir la angustia en
relación a lo emocional, es lo mismo que la fiebre en relación
al lo corporal.
Si tenemos temperatura, el cuerpo
nos esta avisando que tenemos una dificultad y por lo tanto
no funciona bien.
Si la normalizamos pero vuelve a
irrumpir, nos está diciendo que tenemos una infección.
La angustia trabaja de igual
manera. Se manifiesta como una señal de alarma avisandonos que algo
no funciona bien en un plano emocional.
Imaginemos que tenemos temperatura
y la combatimos por años con un fármaco.
Obviamente que esto es inviable,
si se vuelve a manifestar debemos hacer estúdios
¿Porque no hacemos lo mismo
cuando sentimos angustia y la queremos erradicar por años con un
psicotrópico, cuando esa angustia nos está avisando que algo no
esta funcionando correctamente?
Después de
desatender nuestras emociones tapandolas con remedios, termina por
enfermarse el cuerpo (Vease Su
Salud Psiquica
en la Pág. Principal)
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