Enfermedades Psicosomáticas


Una mirada que no existe  
 
 
Lo primero que tenemos que entender, es que la relación mente-cuerpo es una interacción directa entre ambas instancias. 
Decíamos en otro artículo de este sitio, (véase el recuadro Su Salud Psíquica en la página principal) que si una persona está en crisis, no solo padece un sentimiento penoso en el orden de lo emocional, sino también produce severas anomalías en el aspecto físico.
De ahí que llamamos enfermedades psicosomáticas a aquellas patologías de manifestación orgánica, que tienen como sustrato, un trastorno de origen psicológico.
Son muchas las enfermedades psicosomáticas que se manifiestan en el cuerpo, tales como el asma, la hipertensión arterial, las úlceras gastrointestinales, las erupciones a nivel cutáneo por citar las mas renombradas.
 
 
 
         Una enfermedad fantasma
 
 
¿Qué ocurre cuando un paciente asiste al médico y éste le dice que su enfermedad es de tipo nervioso, debido a que no encuentra nada en su organismo que genere tal dificultad?
Por otro lado se ha intentado erradicar la anomalía con fármacos y mejoran momentáneamente el cuadro clínico, pero al poco tiempo el problema irrumpe nuevamente en el organismo, o en su defecto, se manifiesta de otra manera.
Lo primero que le ocurre al paciente, es encontrar un cierto halo de consternación, debido a que no reconoce sentirse nervioso, ni mucho menos padecer un conflicto emocional para adscribirle un origen de ese calibre a su problema.
El hecho de consultar a un psicólogo, lo pone en una sensación de escepticismo, ya que si existe una manifestación física: ¿Cómo va a poder un psicólogo solucionar un problema de ese estilo?
Como un último recurso, el paciente se acerca a medicinas alternativas, donde tampoco encuentra la solución de su problema.
 
 
 
         El rol del psicólogo en las enfermedades psicosomáticas
 
 
Los trastornos del orden psíquico que producen alteraciones a nivel físico, se deben muchísimas veces a una autoexigencia dónde el cuerpo queda muy cargado de tensiones y la persona sigue sobre exigiéndolo.
El cuerpo necesita "parar" para aliviarse y encuentra que la persona no hace alusión a tal necesidad.
Por lo tanto, éste decide parar por sí mismo, produciendo una patología a nivel somático.
Inexorablemente la persona al registrar su dificultad en el orden de lo físico detiene inmediatamente su exigencia.
Se observa muy notoriamente esta conducta, en personas con un alto grado de estrés, así sea en lo laboral o en actividades competitivas etc.
Personas que duermen menos tiempo del que necesitan para estar bien y descansados, tienen un alto índice de contraer una enfermedad como la que estamos estudiando.
El sentido de una psicoterapia, es encontrar las aristas para relacionar el problema físico, con las acciones que realiza la persona, que desencadenan en un cuadro psicosomático.
Desde allí se debe trabajar, para "aliviar" el cuerpo ante una sobre exigencia que éste no puede soportar.
Por sobre todo, debemos respetar al cuerpo y su lenguaje, porque él  también nos habla.
Si bien esta es una de las maneras en que se manifiesta una enfermedad psicosomática. Existen muchas formas de manifestarse y no siempre tienen el mismo sentido, basado en la autoexigencia.
Cuando el paciente, llega a consulta y se desarrolla la tarea terapéutica, comienza a registrar que encuentra dificultades en su vida que le traen problemas, empieza a reconocer cierto malestar en relación e ellos y asumen, en consecuencia, una cierta cuota de ansiedad al respecto.   
 
 
 
 
         Ingerencias de trastornos psicológicos en enfermedades físicas
 
 
La influencia de las anomalías psicológicas que mayor indice tienen sobre las enfermedades psicosomáticas, son el estrés y la depresión. En ésta última, se produce una disminución de las defensas, que termina inhibiendo al sistema inmunológico.
Sabemos, que el sistema inmunológico, tiene una gran relevancia en el origen del cáncer.
Todas las personas, diariamente formamos miles de células anaplásicas (cancerígenas) por día.
Nuestro sistema inmunológico, se encarga de localizarlas y destruirlas, debido a que reconoce que ese tejido es de un orden diferente al que necesita el organismo.
¿Cuándo se genera un cáncer?
Cuando el sistema inmunológico esta inhibido y no alcanza a detectar que ese tejido "invasor" es algo nocivo para el organismo.
Crece a expensas de su vigía y se genera entonces un cáncer.
Aquí está muy claro, cual es el sentido por el que nuestro sistema inmunitario no debe estar inhibido o deprimido.
El estado anímico, en los cuadros depresivos, influye notoriamente sobre la inhibición del sistema inmunológico.
Por consiguiente no estamos lejos de adscribir al cáncer como una enfermedad psicosomática.
Tanto el estrés como la depresión, inciden sustancialmente en anomalías de tipo cardíaco, y actúan directamente desencadenando hipertensión arterial.
Producen también trastornos gastrointestinales y debido a que estas patologías en el orden de lo psicológico, actúan también sobre el sistema endocrino, producen alteraciones hormonales como hipertiroidismo e hipotiroidismo.
Es de destacarse que tanto el híper como el hipotiroidismo, tienen una fuerte reververancia en lo emocional, ya que los síntomas colaterales de estas dos patologías de la glándula tiroides, son irritabilidad, ansiedad, trastornos de conducta y depresión entre otras manifestaciones en el aspecto psicológico.
Aquí  nos podemos dar cuenta como estan interaccionados el Sistema Endocrino con el Sistema Nervioso Central. 
 
         
 
         Las estadísticas también nos hablan
 
 
Los índices de dolores físicos que generalmente asisten los médicos en los centros de salud son:
 
  • Contracturas de músculos en la espalda           70 %
  • Sensaciones de mareos                                      60 % 
  • Dolores en brazos y piernas                              55 % 
  • Palpitaciones en el pecho                                 50 %
  • Dolor en el pecho                                             50 %
  • Cefaleas                                                          60 % 
El 80% de las cefaleas, obedecen a contracturas musculares por problemas emocionales.
 
 
 
 
                                                                  Tratamiento.
 
 
Por línea general un tratamiento psicoterapéutico tiene como meta, decodificar un lenguaje.
En este caso, el análisis debe apuntar a decodificar el lenguaje que nos manifiesta nuestro cuerpo.
Desde aquí, el encuadre analítico, tiene que ser efectivo y capaz de encontrar de una manera clara, la capacidad de relacionar un síntoma físico con un trastorno emocional.
Así sea en manifestaciones orgánicas como psicológicas, la persona que padece esta dificultad, tiene que  reconocer la presencia de este tipo de trastornos que actúan en su organismo y encontrar cuales son las respuestas que puedan desterrar a estos síntomas orgánicos.
 
 
       
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