Muerte de seres queridos


El Período de Duelo
 
 
La muerte de seres queridos, es una de las dificultades, mas cruentas, mas dolorosas y mas angustiantes que nos toca vivir en el paso por este mundo.
Aunque la muerte, es parte de la vida y nos lleva toda nuestra existencia poder elaborarla, es un hecho en si mismo altamente angustiante.
El duelo, es un proceso emocional que remite a niveles normales de salud.
Es necesario pasar por una situación de duelo para emplear el tiempo que necesitemos en lograr "soltar de la mano" a nuestros seres queridos cuando nos abandonan en el transcurso de la vida.
En el paso en que se manifiestan estos duelos, nos llevan a procesos de una alta carga de angustia, con sentimientos de una tristeza muy honda, hasta llegar a deprimirnos.
Un período de pérdida en personas estables, que presentan un adecuado equilibrio emocional, llega a manifestarse alrededor de un año.
Pasado ese tiempo, si la persona sigue sufriendo de congojas, depresiones y desestabilizaciones, ya sea porque remite a sí mismo parte de su culpa por el deceso de su familiar, o porque no pueden rehacer su estilo de vida de acuerdo a como lo venían sosteniendo. Podemos estar en presencia de un cuadro melancólico o depresivo.
Es común ver a personas en un período de duelo, exacerbar sus acciones mas arriesgadas, como aumentar la velocidad de sus vehículos o realizar tareas de mayores riesgos, que a veces hacen peligrar su seguridad y hasta sus propias vidas.
 
 
         El duelo y la culpa.
 
Cuando fallece un ser querido, los familiares, sienten un gran sentimiento de culpa, ya sea porque no pudieron decirle todo lo que quedó pendiente y ahora no está, o porque no pudieron cerrar la despedida tal como ellos la esperaban hacer.
Lo cierto es que por una causa u otra, la culpa gobierna a la persona y aumenta su inestabilidad emocional hasta poder alcanzar un carácter de modo irascible con sus semejantes.
 
 
         El Duelo
         la presencia de una ausencia.
 
¿Porqué decíamos al comienzo de este artículo que es una dificultad muy cruenta?
Porque el deceso de un ser querido remite absolutamente a un desgarro.
La persona que se va, se lleva pedazos de nuestra vida y esos pedazos de vida que se van con él, son heridas que dejamos allí alojadas y evocadas en el recuerdo.
De ahí resulta que a veces, es tan difícil poder soltarlos o desprendernos de ellos para que puedan irse.
¿Qué sentido tiene el período de duelo para el sujeto con el fallecimiento  de su familiar?
Este tiempo es el de evocar, de conectarse con el recuerdo, de expresar el dolor y la pérdida.
Es de tener muy en cuenta que recordando a la persona que ya no está, es una manera de traerla a la vida, como un modo de sostener la ilusión que en algún lugar ese ser, aun está  presente.
A veces, nos encontramos con personas que necesitan quedarse solos, sintiendo los recuerdos de su familiar ausente. Es un modo de traerlo a las escenas vividas, como si ellas fueren parte de un presente.
Por eso, el dolor por la pérdida, también trae aparejado a través del recuerdo, la presencia a la vida de su ser querido que se ha ido definitivamente.
 
 
         Manifestaciones clínicas
 
  • Inhibición del Sistema Inmunológico:  Debido a una depresión de las acciones, donde la bradipsiquia (falta de ganas de hacer) gobierna al sujeto.
 
  • Depresión:  Por la acumulación de un alto componente de tristeza. Esta tristeza, si  sigue manifestándose en el tiempo, puede desencadenar en un cuadro depresivo propiamente dicho.  Por tal motivo es importante tomar el cuadro a tiempo para no llegar a situaciones mas penosas.
 
 
  • Falta de Apetito:  Producida por un desgano a la vida
 
  • Alteraciones en la memoria:  Como una especie de embotamiento. Se manifiesta a través de un modo de consternación y movilización por la perdida.
 
 
 
 
                                                            Tratamiento
 
 
En primer lugar, el tratamiento debe consistir en ayudar al paciente en liberar su carga de culpa, (si se manifestara ésta de alguna manera) para poder despedirse en paz de su ser amado.
Un factor preponderante es acompañar al paciente en su dolor y ayudarlo a que pueda elaborar la perdida de su ser querido y poder “soltarlo de sus manos” para que pueda irse y ocupar otro lugar distinto en la vida de éste.
Es restablecer los valores que el sujeto ha dejado de lado en su vida, quedándose ensimismado y atrapado en el recuerdo como mecanismo de retención y como un modo desesperado de “tener presente” a su familiar desaparecido.
                    
 
                                                                               
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