¿Se enoja usted con facilidad y con frecuencia?
La
Justificación del enojo
Encontramos
conductas en diferentes personas, que en muchísimos aspectos y
momentos, responden con una respuesta agresiva, irritable y
hasta muchas veces explosiva.
Por dificultades en situaciones
discordantes en la vida cotidiana, hay quienes responden de una
manera desmesurada, con acciones mas exacerbadas de lo que la
situación amerita. Poseen una muy baja tolerancia a
escenas en las que sienten una actitud poco favorable, y por
ende, sus respuestas, solo son capaces
de sostenerse a través del enojo y las explosiones.
Denominamos irascibles
a las personas que responden a esas características.
Personas irascibles.
Un
pasaporte a la soledad.
Generalmente,
este tipo de respuestas, son recibidas por los otros con cierto
recelo y con una necesidad mas de desvinculación que de
enfrentamiento.
por
todo esto, no es facil deducir, que son personas que se quedan solas
y abandonadas.
Su
conducta es sostener los blancos y los negros.
Se
olvidan de mas de quinientas tonalidades de grises, que tiene la
conducta humana y esos grises permiten hacer una pausa para
relacionarse en la escena conflictiva, sin llegar a la irascibilidad
que siempre es desmesurada.
La conducta en personas
irascibles.
En
este artículo, vamos a dedicarnos a analizar las conductas de las
personas irascibles o explosivas.
Desde
el punto de vista orgánico, son personas con mas posibilidades
de contraer anomalías cardíacas. Presentan un alto grado de
propensión a producir arritmias cardíacas y se observa un
elevado número de hipertensos en pacientes que tienen un
carácter de este tipo.
Desde
el punto de vista psicológico, ven la situación con mucha
ceguera. Pierden o dejan de lado la objetividad, para relacionarse
con la escena que les produce el enojo y sostienen ese enojo de
un modo tan subjetivo, que no pueden observar o discernir otra
situación diferente de la que ellos ven.
Creen,
que la vida pasa y debe pasar según como ellos la viven.
En
este sentido, deben recurrir al enojo, para justificar generalmente
su actitud o punto de vista.
La persona irascible y
la persona alcohólica.
Una
escena prestada.
Se
observa a menudo, en la clínica psicológica, a pacientes
alcoholicos, que bajo los efectos del alcohol, buscan una acción
cotidiana para volcar en ella una conducta agresiva.
Obviamente
que la escena pasa a un segundo plano, porque la misma, no ha
sido mas que una mera justificación de la persona
alcoholizada para tomarla prestada y exponer así su
descarga emocional.
Pero
volviendo a la persona irascible que si bien no tiene mucho que
ver, con una persona alcoholizada, en este sentido, en algún
lugar se identifican.
Ambos
buscan una situación cotidiana para justificar la explosión
que sienten en su interior, porque la misma le resulta
altamente insostenible de manejar.
La
imposibilidad en hacer la pausa, los inhiben a reconocer
la acción conflictiva y verla desde otro punto de
vista, para darle el marco que represente a ese
conflicto por lo que es en sí mismo.
No
pueden abandonar la carga emocional violenta y buscan una
situación real, que les permita encontrar una respuesta. Por
consiguiente aparece una conducta agresiva, que en la
mayoría de los casos, es absolutamente injustificable.
Un cuadro complejo.
O
blanco o negro.
Es
un cuadro clínico muy difícil de desentrañar, debido a que la
persona irascible, vive las escenas conflictivas de un
modo irracional. No puede evaluar la conducta de la otra
persona mas objetivamente y poder darle en consecuencia, una
respuesta mas acorde de acuerdo a como se manifiestan los
hechos.
En
general, son personas cuya realidad, la ven solamente con un perfil
de mucha cerrazón. Es decir, las cosas están bien o mal en
referencia a como ellos las perciben. Lo que no está conforme
a sus matices, no lo toleran y generan por tales acciones, una
conducta hostil y explosiva.
Tendrán
que revisar, como juegan o como jugaron sus frustraciones en su vida,
para explotar ante escenas que están muy lejos, en
muchos casos, de provocar una conducta que justifique tales
respuestas.
¿En
qué fallan los mecanismos de una persona para que ésta llegue
a la irascibilidad y a la ira?
Todos
sabemos, que en la vida cotidiana, hay situaciones que nos provocan
enojo, furia y hasta fervientes deseos de acosar, destruir
y vejar al otro.
Hay
sucesos cotidianos, donde existen determinadas circunstancias, en que
se podría hasta justificar la ira.
Un
padre o una madre donde violan a su hijo, produce en ellos,
una conducta tan irascible contra el agresor y por la misma
impotencia en no poder hacer justicia, los lleva a un
alto grado de ira e irascibilidad.
Pero
no es el sentido de este artículo, adscribir la
posibilidad de justificar la ira.
Volviendo
a la pregunta.
Los
mecanismos de las personas explosivas, tienden a ver la cosa
de una determinada
manera.
Actúan
como si fueren números binarios o cero o uno, o prendido o
apagado o (como decíamos antes) blanco o negro.
No
encuentran, en ese momento, la capacidad de reflexionar, de hacer una
pausa, para aceptar la situación de otro modo.
La
persona irascible que lea este artículo, obvio que me va a decir.
-"Claro
como si fuese tan fácil".
Le
respondería, seguramente no es tan fácil, pero no es en
la escena misma, donde tiene que madurar su posibilidad de mirar
algo mas allá de sus narices, sino a través de un
proceso interno, en el que debe transitar, hasta
poder ayudarse en encontrar otras herramientas, cuando esa
situación se presente.
El
enojo.
La
impotencia y la inseguridad.
Vamos
a acercarnos un poco mas a la pregunta del cuestionario.
Ella
dice... "¿Se enoja
usted con facilidad y con frecuencia?"
Esta
pregunta, no solamente admite a personas irascibles con altos
impactos de explosión, sino también a aquellas personas que
recurren al enojo, como un mecanismo de defensa para poder imponerse
ante los demás.
¿Porque
nos enojamos regularmente?
Recurrimos
al enojo, muchas veces por impotencia.
Si
sacamos el auto del chapista, estamos parados en el semáforo y un
vehiculo choca a nuestro auto detenido recién
pintado, nos vamos a sentir con tanta impotencia, que vamos a
enojarnos con quien nos ha chocado.
En
este sentido muchas veces por impotencia
es que
llegamos al enojo.
Otras
veces, en la mayoría de las situaciones, nos enojamos cuando tenemos
que poner un límite y no nos sentimos lo suficientemente seguros o
con insuficiente autoridad para poner ese
límite, recurrimos entonces al enojo, para justificar la
acción a través de nuestra conducta frente a la otra
persona.
Por
ejemplo, si tengo que decir un no y no me siento seguro en poder
manifestarlo, recurro al enojo para justificar de esta manera que la
otra persona entienda que es un no.
En resumen.
Podemos
decir que tanto la persona enojosa o irascible encuentran una
conducta evitativa por parte de su entorno y fundamentalmente
inhiben los canales de comunicación para vincularse ante las
cosas que le suceden con sus semejantes.
Cuantas
veces escuchamos: -
"Qué le voy a decir si se pone como un loco".
Para
cerrar, concluimos que el enojo esta del otro lado del mostrador para
relacionarse con los demás y encontrar canales abiertos de
comunicación.
Es
por eso que encontramos a personas con un alto grado de enojo e
irascibilidad muy solos y desvinculados de todo un marco social.
Alberto Stornello
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